¿Qué tanto sabes?

Si lees con atención este artículo, es probable que puedas incorporarlo a tu bagaje de saberes. Descubre por qué informarse, conocer y saber son procesos diferentes y qué implican.

¿Sabías que la información, el conocimiento y el saber son tres fenómenos diferentes?

Muchas veces, se los asocia directamente y se emplean estas palabras como si fuesen sinónimos o correspondiesen a un mismo proceso cognitivo.

¡Descubre sus diferencias!

 

La información no garantiza el conocimiento

En primer lugar, la información es un conjunto de datos que se asienta en distintos soportes o fuentes. Por ejemplo, el contenido de un libro, un artículo publicado en una revista o la última noticia de economía reproducida en el periódico del domingo, son todos textos que contienen información.

Eso, sin embargo, no garantiza el conocimiento.

 

Los datos se organizan… ¡y voilá el conocimiento!

El conocimiento es la organización de esos datos sueltos en un sistema o estructura, con normas y reglas específicas.

Las variadas disciplinas de la ciencia constituyen cada una un campo particular del conocimiento y para que nuestra interacción con un ámbito de conocimiento sea exitosa, es menester poner en uso las competencias necesarias y así poder abordarlo comprensiva e interpretativamente.

 

Ahora sí: ¿qué tanto sabes?

Finalmente, el saber es la apropiación del conocimiento por parte de las personas; es la internalización que hace el sujeto de aquella información debidamente organizada con la que se confronta.

El saber es lo que queda en nosotros, lo que nos suma y transforma.

Entonces… ¿qué tanto sabes? ¿Cuánto de la información y el conocimiento a los que te aproximaste alguna vez quedaron grabados en ti? ¡Aprópiate de la información!

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